Hay quienes opinan en la actualidad que la psicología es plenamente científica, mientras que algunas personas también creen lo contrario. Cabe preguntarse ¿por qué esta diversidad de criterios?
Tal vez la respuesta a dicha interrogante pueda hallarse en las raíces epistemológicas y bases teóricas sobre las que descansan las distintas escuelas psicológicas.
Además es importante saber lo que el termino “ciencia” denota hoy día, pues este no ha significado siempre lo mismo sino que ha venido evolucionando con el paso del tiempo. Así pues, ¿dónde empezar?
Comencemos desde el principio. Cuando el hombre adquirió las habilidades cognitivas superiores y se diferenció de los animales gracias al don del habla, comprendió algo que ha sido muy importante para su desarrollo, esto es, que el mundo no es un montón de arbitrariedades e incoherencias sino que está ordenado de manera lógica (principio de causalidad).
Dicho noción le permitió acumular saber, descubrir nuevas leyes, plantear teorías y enseñar a su descendencia dichos hallazgos dando lugar a la aparición de las culturas.
Sin embargo siempre ha habido una pregunta que atormenta a la humanidad ¿cómo saber que no se está equivocado?
Los sistemas practicados para la adquisición y validación del conocimiento han ido cambiando y a la vez mejorando con los siglos. Hubo quienes usaron la introspección como guía, mientras que otros fueron más empiristas. Finalmente la humanidad desarrolló su técnica más confiable y segura hasta ahora conocida, se trata de el “método científico”.
Todo mundo ha escuchado alguna vez de él (o al menos deberían), y de los pasos que se han de seguir para su correcta aplicación; observación, planteamiento del problema, enunciación y verificación de las hipótesis, conclusiones. Este es el paradigma científico de los tiempos modernos.
Ahora bien, ¿es la psicología una ciencia? Si bien es cierto que en sus inicios anduvo por caminos equivocados y experimentó con técnicas filosóficas que aportaron poco menos que nada a su desarrollo, se ha de reconocer que el modelo psicológico actual está muy apartado de dichas prácticas.
Aun cuando etimológicamente la palabra psicología pueda interpretarse como “ciencia de la mente” la escuela conductista en esta época ha roto con ese pasado donde el objeto de estudio era un concepto metafísico.
Los intentos de los pensadores antiguos, como la teoría de la personalidad planteada por Hipócrates, por dar un ejemplo, ya no son más que meras especulaciones sin fundamento y han pasado a formar parte del conocimiento vulgar, pero el estudio de la conducta, la cual es un ente cuantificable y medible, aunado a los avances que han tenido otras ramas del saber afines como la neurología y la química entre otras, han permitido que la psicología se una a la familia de las ciencias fácticas.
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