miércoles, 4 de febrero de 2015

La Gestalt como modelo teórico alternativo

Por: Isaac Hernández

Desde los tiempos del renacimiento, cuando fue instaurada la ley de causalidad mecanicista en las distintas ramas del conocimiento humano, las ciencias naturales quedaron separadas por un abismo infranqueable de las humanas debido a la imposibilidad de el modelo fisicista newtoniano de explicar los procesos relativos al ser social.

Una de las disciplinas que más ha sido afectada por este fenómeno es sin duda la psicología, cuyo objeto de estudio, a saber, la mente, hubo de ser cambiado por uno menos abstracto y que pudiera ser definido en términos operacionales de modo de hacerlo cuantificable y medible, con lo que se consiguió adaptar a la ciencia de la conducta al paradigma imperante.

La escuela derivada de este proceso, la conductista, es hoy día la más estudiada en las universidades del mundo, en parte, debido a su cercanía o semejanza con el prototipo científico actual, la física. Sin embargo, existen otros modelos que contrastan con este, y cuyo estudio podría llevar a un amplio desarrollo del saber formal en su lado humanista.

Uno de estos sistemas teóricos alternativos, es la llamada psicología de la gestalt. Fundada a principios del siglo XX, surgió como respuesta a la pretensión de los estructuralistas de dividir los fenómenos de la mente en sus distintas partes para estudiarlos, copiando en cierta forma a la química, la cual para ese entonces ya había logrado descomponer la materia en moléculas y estas a su vez en átomos.

La gestalt por el contrario, enunció una verdad innegable, que además se convirtió en su regla de oro. Aseveró que, el todo es más que la suma de sus partes. Aserción que, con el pasar de los años se ha convertido en un mero cliché para los estudiosos, mas encierra un significado de tal importancia y magnitud, que vale la pena retomar su estudio.

A este respecto, Martínez, M. (2004) señala:

…la vida psíquica no es atomística, sino holista; no es taxonómica, sino funcional; no es estática, sino dinámica; no es causada, sino motivada; y no es mecánica, sino que actúa con un propósito. Esta realidad nos obliga a buscar conceptos que la expresen y representen más cabalmente, y tales conceptos se conviertan, a su vez, en categorías de conocimiento. Estos conceptos no serán tanto conceptos de contenido, cuanto conceptos de proceso, conceptos sobre realidades dinámicas. La vida psíquica debe ser captada en su integridad, como se nos presenta realmente. Si la fragmentamos, aun cuando sea de buena fe, y con fines de estudio, no estaremos estudiando esa vida psíquica, sino otra cosa y, por consiguiente, llegaremos a conclusiones falsas… (p.100).

Durante las últimas décadas, el conductismo ha invertido grandes cantidades de recursos en el análisis de la conducta operante, tanto en animales como en personas. Sin embargo, los logros alcanzados hasta ahora no son de la magnitud que pudiera esperarse dado el esfuerzo realizado. Esta situación es sin duda debida a lo que el párrafo anterior señala, la utilización de un método no apropiado.

Por otro lado, el estudio de la percepción como realidad humana, y de las entidades ontológicas de cualidades sinérgicas planteados por la gestalt, ha abierto un amplio campo de posibilidades para el desarrollo de la psicología, permitiéndole  abordar la realidad del hombre desde un punto de vista mejor adaptado a este propósito, ya que respeta su objeto de estudio, evitando caer en el error fatal de pensar que la totalidad se puede comprender dado el análisis de cada una de las unidades que lo constituyen.

En la actualidad, aun cuando la gestalt no ocupa el lugar preponderante como guía para las investigaciones apuntadas a discernir y dilucidar las interrogantes implícitas en el homo sapiens, es innegable y hasta cierto punto insoslayable el hecho de que el trabajo comenzado por esta escuela, hace poco menos de un siglo, necesita ser retomado, pues muy probablemente esta sea la piedra angular que permita sostener los sistemas teóricos hasta ahora erigidos en la psicología.


REFERENCIAS


Martínez, M. (2004). La psicología humanista. Un nuevo paradigma psicológico (2aed.). México: Trillas.

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1 comentarios:

  1. Muy buen informe, interesante por su contenido, amplía los conocimientos básicos.

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