Desde los tiempos del renacimiento, cuando fue instaurada la ley de causalidad mecanicista en las distintas ramas del conocimiento humano, las ciencias naturales quedaron separadas por un abismo infranqueable de las humanas debido a la imposibilidad de el modelo fisicista newtoniano de explicar los procesos relativos al ser social.
Una de las disciplinas que más ha sido afectada por este fenómeno es sin duda la psicología, cuyo objeto de estudio, a saber, la mente, hubo de ser cambiado por uno menos abstracto y que pudiera ser definido en términos operacionales de modo de hacerlo cuantificable y medible, con lo que se consiguió adaptar a la ciencia de la conducta al paradigma imperante.
La escuela derivada de este proceso, la conductista, es hoy día la más estudiada en las universidades del mundo, en parte, debido a su cercanía o semejanza con el prototipo científico actual, la física. Sin embargo, existen otros modelos que contrastan con este, y cuyo estudio podría llevar a un amplio desarrollo del saber formal en su lado humanista.